Los especialistas médicos recomiendan alimentar a tu bebé exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses de vida. Durante este periodo un bebé recibe todos los nutrientes que necesita a través de la leche materna o de fórmula.

Una vez tu bebé ya esté listo para incorporar alimentos sólidos, es recomendable introducir los alimentos nuevos uno por uno, con tres días de separación por lo menos entre uno y otro, de modo que si tu bebé tiene una reacción alérgica a alguno de ellos te sea fácil darte cuenta. Entre los seis y ocho meses, quizás quieras mezclar el arroz para bebé con, por ejemplo, puré de manzana o zanahoria, o dárselo por separado. Podés probar con: Puré de verduras, como zanahoria, camote (boniato), calabacita (calabacín), calabaza, nabo, o chirivía (pastinaca). Papilla de frutas, tales como manzana, pera, durazno (melocotón), papaya, o banana o bien alimento orgánico para bebés

Una vez que tu bebé se haya acostumbrado a comer con una cuchara, aumenta la variedad de alimentos que le ofreces: Puré de verduras mezcladas con papa o arroz. Puré elaborado con verduras verdes, como espinaca o brócoli. Puré de carne magra de vaca o de ave.

Intentá restringir el número de papillas dulces a una por día, y siempre incluí un puré de verduras. Procurá que de a poco el alimento vaya teniendo una consistencia más espesa. Es recomendable no dar al bebé hasta que tenga 1 año alimentos que pueden causar alergias, como leche de vaca, mariscos o jugo de cítricos (por ejemplo, jugo de naranja). La miel de abeja puede causar una enfermedad llamada botulismo en bebés menores de 1 año, por lo que debe evitarse. Todo esto puede ser combinado en novedosas recetas de comida para bebé.