En la vida actual son pocos los niños que tienen una alimentación
saludable y que disfrutan comiendo frutas y verduras, pero
éste es un hábito, y como tal depende de la educación que le
hayan dado sus padres a través de sus recetas de comida para
bebés.
No es difícil encantar a los niños con el consumo de frutas y
verduras, pero es importante ser constante y empezar temprano,
idealmente desde los primeros meses en que el bebé empieza a
probar alimentos ¿Los beneficios de insistir? Muchos, desde la
prevención de la obesidad, hasta el importante aporte de
nutrientes y vitaminas presentes en las frutas, sin olvidar que
además constituyen una alternativa fácil y entretenida para el
postre. Además permiten que el bebé vaya familiarizándose con
distintos sabores desde que es pequeño: manzanas, bananas,
duraznos, peras, etc.
Empezar dando fruta cocida molida. Es importante que no se le
adicione azúcar a la fruta, pues la fruta contiene naturalmente
un sabor dulce que le agradará a tu bebé. Además, es importante
retrasar lo más posible la incorporación del azúcar, para no
acostumbrar a tu bebé al sabor dulce. De a poco ir probando
sabores más complejos. Se sugiere partir con manzana y pera y con
el tiempo ir incorporando otros sabores.
La fruta primero se servirá molida, luego picada o rallada, y a
partir del año el niño deberá ir incorporándose paulatinamente a
la alimentación del Hogar utilizando además las últimas
novedades de alimento
para bebés.